viernes, 30 de agosto de 2013

Botones

Cuando somos jóvenes la vida pasa tan rápido que incluso los segundos adelantan a los minutos para llegar a tiempo.
En ese tiempo tan jovial padecemos de una bipolaridad un tanto rara que hace que nos pasemos un día entero tirados en el sofá, como si tuviéramos la necesidad de ensayar para viejos, sustituyendo el ganchillo por una tablet.
El otro polo se basa en salir a relucir el espíritu por los garitos en los que lo único que reluce son los mangos de las puertas.

Nil era un chico de veintisiete años, estaba tan contaminado por la vida que juraría que su único reciclaje emocional consistía en tirar de la cadena, después de mear todas las angustias metidas en el olvido que el alcohol le patrocinaba.
Un día me lo encontre con su mujer paseando por la calle. Nil parecía más un botones que un marído.
Nos saludamos bajo la atenta mirada de su mujer que parecía tener tortícolis, o al menos eso daba a entender su síntoma de mirar por encima del hombro.

Horas más tarde, Nil me llamo para tomarnos algo en uno de esos sitios decentes donde la gente usa la servilleta para no mancharse las piernas, como si fueran a comer con las partes bajas y no con la boca.
Solto un suspiro y me dijo: "casarse es solo una forma de empequeñecer eso a lo que llamamos amor. Un día te das cuenta de que el matrimonio es el título de grado superior para ser un botones que le sujeta las bolsas del Zara a su mujer. "

Nil es así de positivo, su gran afición es sintetizar las emociones.

"Aprovecha el tiempo MJ. Casi no lo recuerdo, pero hace unos años soñaba con conducir un coche con un amigo para impresionar a las chicas. Eso soñaba cuando no tenía un horario de oficina, cuando el acontecimiento más emocionante del día no era el de  descorchar el vino .
¿Qué fue de aquella mujer de mis sueños con la que era oro la penumbra?. Dios, ahora lo único que queda de esa mujer es su cuerpo con una pinza y un batín."

En ese momento Nil parecía uno de esos chicos vencidos y resignados. Tenía tan asumida su triste realidad que según el, la única forma de ver la luz sería metiendose a fondo en la mierda.
Aquella tarde cuando nos despedimos supe que no lo volvería a ver en bastante tiempo.
¿Qué habrá sido de Nil?

2 comentarios:

  1. No sé bien quién lo dijo, pero creo que puede ser cierto : un hombre no está completo hasta que no está casado pero cuando está casado, está acabado...

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    1. Yo tampoco lo se, pero no le falta razón. Gracias por comentar, Un saludo

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