lunes, 28 de enero de 2013

¿Un café?

Hace tiempo solía tomar café con un tipo que era bastante ambiguo.
Solíamos ir a un sitio tranquilo donde la poca luz que había se apagaba aún más cuando se mezclaba con el humo de sus cigarrillos.

Solíamos hablar de todo y de nada. A menudo había largos silencios, no eran incómodos sino mas bien inteligentes.
Siempre me ha causado gran desagrado la gente que infravalora los silencios y que de una forma nerviosa, mientras se frota las manos, busca en su mente un tema del que hablar o suelta por la boca un comentario absurdo sobre el tiempo que hace, olvidando de esta forma que yo también tengo ojos.
Con este tipo los silencios eran sustanciales, quizás fuese el humo del tabaco el que los llenase o el efecto reflexivo del café.

Era un hombre bastante razonable, tanto que creo que fue el exceso de razón la causa de gran parte de sus males.
Yo siempre tenía alguna nueva historia en mi vida que contarle, con la que demostraba una vez más que no estaba bien de la cabeza, me tomaba un café con el y me recordaba a mi misma que para la siguiente debía de tomarme la medicación antes de salir de casa.
En una de nuestras reuniones con el café me confeso que ver feliz a los demás era la causa de su infelicidad, "veo como los demás avanzan, tienen su vida y yo sigo luchando por algo que veo que no va bien".

Hizo una autopsia tan precisa de si mismo que cualquier cosa que yo le dijese después sobre mi parecer era tan inútil como tirar de la cadena cuando el retrete esta tupido.
En frente mio, veía a un hombre derrotado pero que no había perdido en la batalla.
Un hombre tranquilo a la vez, capaz de fumar entre cigarro y cigarro.

El termino su café, vio que yo (como de costumbre), no lo había acabado.
Nunca supe por que, pero siempre el supo que nunca tuve intención alguna de acabarme los cafés, "No te voy a volver a dar ningún café, no los acabas nunca".

Nunca acabo los cafés  nunca me ha interesado que a mi sueño le causen mas estragos mis cafés que mis remordimientos.

(A ese tipo, por esas reuniones con el café y sus cigarros...)