jueves, 29 de agosto de 2013

El bohemio solitario

Me intrigan mucho los bohemios. Quien sabe si es porque en realidad justifican su soledad con serlo o realmente se trata de un tipo que vive al margen de las normas sociales.
Conocí a Arnau en el Kennedy Irish, uno de esos lugares en los que vas al guardaropa con la intención de colgar la decencia antes que el abrigo.
Según entró por la puerta ví en el a una especie de Jonnhy Deep. Tenía un aspecto cuidadosamente descuidado y caminaba tan despreocupado que cuando se quiso dar cuenta ya había perdido su sombra.
Un hombre de esos que no llegan tarde a la cita porque no les vale poner como excusa a la gomina.

Se acerco a la barra, a unos escasos metros de mí.
Cuando el barman le preguntó lo que deseaba tomar el dijo: "Cualquier cosa que lleve alcohol y no sea colonia".
El barman asintió con la cabeza, escasos minutos después le sirvió un wiskola y Arnau echo mano del vaso con la característica templanza que poseen aquellos que siempre se visten por los pies.
Acto seguido me dijo:"Espero no asustarte, el alcohol me quema el estómago, no la cordura. Mi nombre es Arnau . "

Así es Arnau, uno de esos hombres para el cuál ser rubia aún no es una patología.
Un bohemio solitario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario