domingo, 11 de marzo de 2012

11-M




El artículo de hoy estaba claro, decidido.
No podía escribir sobre otra cosa.

Madrid, 11 de marzo de 2004, 7.37 horas. Una bomba explota en un cercanías en la estación de Atocha. 
El mayor atentado terrorista perpetrado jamás en España, 191 muertos y más de 1.500 heridos hacen imposible olvidarlo.

Podría hablaros de esto como todos queréis que lo haga o podría hablaros de esto desde los diferentes puntos de vista ideológicos que se pueden adquirir.

Si escojo la segunda opción, seguramente, la gente me diría al segundo de leerlo que si estoy loca.
Perdería y a este artículo se le empezaría a poner, valores morales. Y digo morales, que no éticos.
¿Y con que fin?
Con el fin de demostrarme que tenéis mucha moral. A todos aquellos les diría que tienen lo que yo llamo, moral por moda.


Hasta aquí me quedo. He decidido hablaros como todos queréis.

Hoy es un día, en el que murieron 191 inocentes. Día, para recordar a todas esas victimas.
Imagínense.
Pónganse en posición.

No hablare de si el fin justifica los medios, no hablare de la ideología, y no justificare, por lo tanto, ninguna de las atrocidades cometidas ese día.  

Solo diré que anteponer ideologías al ser humano, nunca trajo nada bueno, pero que siempre hubo guerras cada vez que al hombre le intereso algo más que el dinero. 

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